Mi licuadora nueva

Por fin! ya tengo mi primera licuadora!, sentimientos contradictorios se acumulan dentro de mí. Por un lado me siento independiente, por el otro me da la realiad, que independencia ni independencia cuando la licuadora ni la compré yo, tuvo que venir la mai mia a regalarme una de las tantas que tiene arrumbada en la casa para regalarle al que vaya a pedirle dinero para una receta: "- Doña, tengo el día entero esperandola porque mi hijo tiene el SIDA y ya no lo quieren en el hospital y necesito 1,500.00 para sacarlo de allá-" "-" Ah bueno si, pues mira, toma 1,000.00, ya te faltan menos-" " -No ombe pero deme algo ma..." "- ay quisiera, pero no tengo mas ya, ahora toma esta licuadorita y antes de irse Bienvenida (la muchachona que limpia) dale un plato de comida". Todo esto se hace con todo el protocolo posible, sirviendole la comidita en platos desechables, ya saben, por si acaso, uno nuuunca sabe. Bueno, la idea fue que una de esas fue que me tocó. Yo siempre soñaba con una licuadora de esas industriales, de esas que se ven super bonitas, brillosas, inoxidables; eso es lo que necesito, algo que no se lo trague el salitre (como ya hizo con el microondas que también fue donado por mi mai). Bien, a caballo regalado no se le miran colmillos, asi que bienvenida sea mi nueva licuadora. Me quedo viéndola suspirando y mi imaginación se va lejos pensando en todos los tipos de batidas que voy a poder hacer: Batida de Fresa, batida de lechoza, champola y demás...cóntrale! con qué hielo? se me olvidaba que la bella nevera (donada por un tio, flaquito y diminuto, con sólo un riñón, que despúes de 10 años esperando la jodía residencia, por fín le salió el otro día y ahora está felíz como una lombríz, partiendose el lomo como un haitiano que trabaja en construcción, haciendo mudanza en los países, pero claro para allá romperse el lomo es mas glamuroso que aquí) no sirve para naada, no congela, solo vomita agua podrida que estoy cansada de secar, pero bueh! no hay cuarto pa' arreglar la nevera, para que me haga hielito, ni hay cuarto para comprar las fresas, la lechoza o la guanabana, ni la leche carnation, no hay cuarto pa' na', así que lo único que me queda es volver a meter la licuadora en su caja y con ella mis sueños de beberme mi bebida nutritiva.